Antecedentes
El imperio Romano se extiende por toda Europa, extrayendo todo el conocimiento del oriente. Adquieren todas las costumbres exóticas de sus pueblos conquistados, y son los primeros que escriben libros de cocina. En esta época los médicos curaban por medio de la comida.
Cocina, mercados y banquetes
Habían tres tipos de cocina: las cocinas palaciegas, de leña; las cocinas monacales, en los conventos; y las cocinas campesinas, ubicadas en el segundo piso, en donde comían lo que podían. Los hornos en las ciudades como Paris o Roma, pertenecían a los señores los cuales eran explotados comercialmente.
Se encontraban mercados surtidos, en donde había gran variedad de frutas y hortalizas. Los mercados grandes tenían sistemas de arrieros de pescado.
En el palacio vivían los nobles y los artesanos, los cuales gozaban de los espectáculos que ofrecían los banquetes. Los banquetes reflejaban el poder de la corte, y dependiendo del invitado tenían un mayor o un menor grado de importancia. Era una show completo, desde los olores de los platos hasta la poesía y todos los actos que presentaban mientras se comía. Éstos eran servidos por los esclavos que estaban bajo la responsabilidad de un mayordomo. Él era el responsable del control de la compra, la elección del menú y la brigada de cocineros y servicio. Las mesas de los banquetes tenían forma de u, y los puestos estaban organizados de acuerdo a la importancia del comensal, entre mas poderoso estaba más cerca al rey.
Receta de cocina medieval
VINO ESPECIADO
Necesitamos: Una botella de vino tinto (hay recetas en las que se mezcla el tinto con el blanco a partes iguales, no tiene porqué ser un vino excelente pero tampoco lo hagáis con uno superbaratillo), cuatro cucharadas soperas de azúcar moreno, una cucharada de miel, una rama de canela, 6 clavos de olor, una pizca de nuez moscada, una flor de anís estrellado, la piel de un limón/naranja sin la parte blanca que amargaría el vino, el zumo de la naranja y una raíz de jengibre rallado.
http://www.tierraquebrada.com/2013/ bebidas-medievales-el-vino-especiado/ |
Receta 1. En un cazo (que no sea de aluminio) ponemos a calentar a fuego lento el zumo de la naranja y el azúcar hasta que empiece a formarse un almíbar. Agregamos la piel del limón/naranja o las dos, la miel, la canela, el clavo, el anís, la nuez moscada y la raíz de jengibre rallado, lo mezclamos todo y… un aroma embriagador nos envolverá. Finalmente incorporamos el vino y calentamos a fuego lento sin que llegue a hervir durante unos diez minutos. Lo dejamos reposar tapado para que se infusione bien, lo colamos y ya podemos disfrutar de nuestro vino especiado caliente o a temperatura ambiente.
Receta 2. Mezclamos todos los ingredientes en un cazo (que no sea de aluminio), lo calentamos durante 10 minutos a fuego lento sin que llegue a hervir y lo dejamos reposar durante una hora. Lo colamos y listo.
Bibliografía
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