Historia del diseño: Revolución Industrial

19 de septiembre 2014

Revolución Industrial S.XIII – S.XIX

Contextualización

El período Georgiano marcó el comienzo de diversas innovaciones que marcarían el desarrollo del capitalismo, de las artes decorativas y el diseño. La Monarquía se alió con los burgueses en la revolución industrial debido a que ellos ahora tenían más poder y dinero, ellos apoyaban e invertían en la tecnología de ese tiempo.

La burguesía adoptó un comportamiento “nuevo”, el cual trataba de imitar la vida de la monarquía en todos sus aspectos. Se les denominaban los primeros “levantados” en la historia, puesto que recibían una buena cantidad de ingresos. La inseguridad se presentaba mucho en la vida social de los burgueses al no dominar el protocoló. Las fiestas de dieciséis eran muy corrientes en la época ya que se concebían como la manera formal de presentar a su hija en sociedad para conseguir marido. Por primera vez los burgueses dividieron el ocio con el trabajo y le dieron más valor.

La reorganización de la estructura social plantea nuevas formas de concebir la vida y de consumir nuevos productos. Los tres productos que fueron centrales en el desarrollo de la revolución industrial fueron: El té, el algodón y el Hierro. La cerámica también fue importante porque imitó patrones y formas chinas nunca antes vistas en el diseño de las porcelanas; William Cookworthy fue un diseñador reconocido por sus obras en caolín. Una de las preocupaciones más grandes en su momento fue el de buscar formas de producir porcelana económicamente, ya que los procesos requerían de muchos recursos.

El diseño comienza a verse como un valor agregado para los productos. Wedgwood, un diseñador importante, se preocupó por entender las necesidades y motivaciones del consumidor. Las vías, la publicidad y los almacenes se convirtieron en algo esencial para la comercialización de los productos. Para mejorar el comercio construyeron canales artificiales para transportar y exportar mercancías. El comercio aumento y creció rapidísimo gracias a las carreteras nuevas, canales, entre otros. Las marcas evolucionaron al igual que sus productos al separarse de su lugar de origen buscando una imagen propia del producto que fortaleciera la cercanía del cliente a la compañía. La publicidad busca persuadir al consumidor mostrándole las ventajas del producto y los beneficios que obtendrá.

El algodón mejoro gracias a la industrialización textil; permitió que el algodón se aprovechara muchísimo más. El molino de agua y la versión mecánica de los telares ayudo la productividad del algodón.

El Hierro se usaba ampliamente en la producción de objetos caseros hasta que se creo un horno que podía elevar su temperatura y transformarlo en hierro templado. Esto permitió estructuras y construcciones más fuertes debido a la calidad y la fortaleza con la que salía el hierro.

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La Lanzadera Volante

La lanzadera Volante patentada el 26 de mayo de 1733, fue creada por Jonhn Kay, un tejedor de Lancashire, durante la revolución Industrial en Europa. Era un instrumento textil que permitía al tejedor pasar la lanzadera en ambas direcciones a través de la pieza de tela mucho más amplia que la envergadura de sus propios brazos. Esta maquina funcionaba mediante los cabos de una cuerda de cuero atada a dos conductores o tacos que se deslizaban a lo largo de una espada de metal. Estos se golpeaban con la lanzadera que corría sobre ruedas a lo largo de un batán. Gracias a esta maquina un solo trabajador podía hacer el trabajo de dos, pero esto requería que gastara mucha energía para atender todos los hilos de una tela de doble ancho, un beneficio que sentía el tejedor era que por primera vez su postura ante el telar era saludablemente vertical. Al final, Kay no obtuvo muchos beneficios de su invento debido a que fue demandado por muchos trabajadores al aumentarles la presión y desgastarlos más al trabajar. A largo plazo su invento si tuvo efectos en los tejidos ya que estimuló el desarrollo del telar mecánico, el cual si se adaptó con mucho éxito.